Cuando Jorge Cicero, por fin, cerró los ojos
inició el llanto en las palabras
Gotas de tinta regaron el silencio
Con mi escritura
esta hoja va llenándose de lágrimas
Siempre estarán vivas en mí, Jorge,
las palabras que compartíamos en secreto
palabras como vino, vinagre, menstrum, secreto,
secreción, aljibe, hoguera
Hubo, y hay fuego todavía,
para quemar algunas cosas
todavía podremos tú y yo
convivir en la roca, con Prometeo
Todavía siento la presión de tus dedos en mi brazo
mientras ibas, con cautela, desgranando tus palabras
Todavía recuerdo el día que te presentaste ante Dios
llevando tus letras más valiosas
escritas con una pluma destrozada
Ya nunca volverán los pasillos de este CETIS
a escuchar las palabras de Borges en tus labios
No puedo olvidar, no puedo, oírte repetir
“quién de los dos escribe este poema
de un yo plural y de una sola sombra”
Yo también quiero cegar las palabras
arrebatarlas del decir
para, por fin, hacerlas dormir junto a mi almohada.
Tu boca sonríe de una forma extraña
al mirar de frente, por fin,
a Borges.
Antonio Sustaita.
Thursday, June 30, 2011
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